Unos dibujos (11 - 41)

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Hoy vuelves a dibujar pequeños círculos en la hoja de papel. Quiero que los pintes, de a poco.

Luna a pleno día

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A veces creo en Dios. Y que la luz se vaya por los ríos toda, y las vidas se ralenticen, y que mis manos mientan, y que las casas de los tontos se pudran en las colinas que olvidamos a diario. A veces te miro a los ojos. Tengo un par de secretos, que nunca te callo. También tengo un par de sexos, de besos y de versos con rima. Tengo encabalgamientos, retruécanos y una que otra imagen exquisita que no vale de mucho si no la miras. Yo soy ateo, poeta yo soy -éste es un buen palíndromo-. Creo en Dios cuando te miro a los ojos -y esa es mi mejor sinécdoque-.
Dedicado a Fabrizio Badilla, uno de mis mejores amigos.

Por las noches (10 - 41)

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Por las noches suelo leer o escuchar algo de música, mientras las raíces siguen creciendo en este bar y yo tomo el último vaso. Todas las noches.

Cerrado

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Cuando cierro las venas una mirada me invade y no sé si mirarla a los ojos o a sus finos tobillos. Sale de una luz desgastada de la habitación y corretea las ventanas. Con su aire me levanto y con las manos quemadas arqueo su espalda. La cilíndrica fuerza quisiera retomar, y adentrarme contigo otra vez.

Permanente (09 - 41)

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Quisiera permanencia en tus colores, que pintes cada habitación de orgasmos. No más miedo instantáneo que se prepara con agua fría, ni tres cucharadas de vientre. Quisiera un día abofetearte con la mirada escalofriante de un ¡no lo hagas más! Si bien encontrar galletitas me parece plausible, el dulzor que no se sale de la boca se disfrutará todo. Y si me viste desfallecer cuando te lo gritaba con las cometas en el aire es porque soy tu reflejo mal parido. Plausible estar, ineludible ser.

Plato frío (08 - 41)

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De los errores se deja jugar un lindo sueño, un pequeño momento de risita. En el fondo de mi ojos, un plato frío que no sé si comer. Sigo en el café, esperando las naranjas en un papel.

Dolor de espalda (07 - 41)

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Tengo dolor de espaldas, de las veinticuatro que me persiguen. Una molotov me prende las celulosas e intempestivas imágenes cuadriculadas. La vivaz furia de tu manto sagrado aún me apetece y no soy capaz; la música que modifica in situ mis cáscaras. No más paréntesis, quiero las bocanadas de humo todas. Sado tomo la ninguneada cara de "rap sám on". Las muelas ya no me mastican la faz, ni soy hombre de -elitista y absurda rima- paz. Tomo una eferalda con una esesperanza y la uno a Mi (la-paz-soy).

Esta noche

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Esta noche fumo mis veintitantos cigarrillos, y mi cama se cae evanescida como todas. Escucho el Tango de la Maga como si fuera mía, y tomo algunos sorbos amargos como en ese tango; y también me descuido como Bertoni. Esta noche, esta puta noche, quiero llorarte toda - y dormirme contigo-.

Un tic

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Son solo milésimas de segundo Que juntas forman minutos Que marcan lo que fue, Lo que ya no existe, Por que nada existe, nada, En un segundo, en dos Detenerlos sería bueno Y hacer que dos mas dos fueran cinco O tres, cosa que no es imposible, Imposible es vivir feliz, Acá la palabra felicidad yace en un libro Donde también comparte residencia con la libertad.
Salgo enardecido con el tiempo en las palmas de la basura. Un coqueteo fugaz con su cronométrica vidita. Coge, fuma, besa, vomita. Y el conejo me muerde de nuevo. Y la fumo de nuevo. Y las cosas que no me regalan de nuevo. Y veo los anteojos de ese aseñorado señor. Un tic y un tac se disputan la hegemonía de la absurda conciencia de la imaginería que cuelga de mi mano.

Farmacológicamente porqué

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Ritalinizado yo y fluoxetinizada tú, nos encontramos. Así nacimos en la indeterminación génica y biotecnológica.

6 - 41

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Disipado, a veces lo logro con más que otras. Un ala-sueño deja su rastro, y yo deambulo ya no fatídico. El callejón deja de acallejonarse y empieza a avenidarse. Ya me traes más naranjas, ¿cierto?