¿Para qué coger la rosa o
hacerla florecer en un poema?
Si al final de la tarde
la brisa se siente tan sola...
Calles
Tengo calles y caminos que llegan a ningún sitio.
A veces, me soplan desde la terraza de sus manos,
grises y afiladas.
Ya no quiero esa sonrisa, ¡mátala ya!
Me enloquece esa sonrisa, ¡por favor!
Señor meditabundo, errático,
obsoleto y tímido, le diré que lo amo.
Soy él, ensimismado y triste.
Olvídese de la piel y venga ese beso y abrazo suyo.
Tengo una manta
Tengo una manta,
de ningún color ni textura.
Sube por mis cuellos y mis cinturas,
y se dibuja entre
mi sonrisa y la tuya.
Tengo una manta,
que no cabe en mi fortuna.
Oye Fabrizio
Ahora es cuando necesariamente debemos entablar un diálogo: ¿Qué es ese aullido que sale de las calles, nos entra en los oídos, revuelve todo adentro, y sale como verso anémico, a punto de caerse por su peso?
Fabrizio dijo.
Yo respondí.
Perdono
La mentira me perdona
una y otra vez,
como acaecido de temores
y submarínicas alucinaciones.
8
Ocho son las manos
y ocho los pies.
Ocho la leche, la sangre y la mirada lumitante.
1
Tengo las manos cortadas
de tanto andar a mano;
escribo de tanto en tanto un tanto,
a veces ni tanto...
2
Vengo de donde no me llamaron
y vuelvo todos los días.
Algo así como la resonancia.
3
Tengo una mujer en el vientre:
crece a morir.
4
Soy de los ojos tímidos,
desde la inocencia viajo
al sexo como la mentira.
5
Bebo
de manera callada y con
las manos amarillas y la garganta gris.
6
Tengo un montón de árboles,
de ellos rodeado vivo y me caen encima.
7
No le creo a éste,
pero me suena desde adentro
y nadie lo calla.
Mi mente se agobia con ese grito silencioso.
8
Tengo una piel como la de mi tierra.
Tengo nada y un amor.
Trayecto Nº7
Vengo de la mañana a la noche
como vendaval de maldiciones.
Camino, desde mis ojos a mis ojos,
en un desenmascarado rubor tuyo.
Soy el número que no calla,
soy La verbo.
Un despropósito
Me parece un despropósito escribir así.
A veces -las más-
me gustaría escribir
h
a
c
i
a
a
b
a
j
o
.
Y yo qué hago
Y yo qué hago contigo,
si mi piel te traga hace tanto.
Soy una hoja en el quédate-aquí,
en una masa informe,
en el camino entre la nada y el no sé donde,
en tu mirada cuando es mía.
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