La edad de tus palabras

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La edad de tus palabras
es siempre incierta.

Te topas con la brisa y ellas se aceleran.

A veces, cuando
el polvo del patio sale por
mis ojos, te
buscas pretextos
en mi lengua. Y me secuestran las ganas.

Tu voz antifazada 
me retrae el instinto y
las mesas se ponen redondas, menguantes.

La edad de tus palabras me enlibertan.

Interrupción telefónica

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El aparato vuela por mi angustia
y me reclama con                que se
repite y se repite.

La onda se pierde, se ha perdido.

Hago un montón de listas,
calle abajo y fotocopias y
tu cintura está perdida en Bolivia.

Teléfono, señorito instrumental,
permítame desinterrumpirlo y
saltar de mi cerámica vista a la
orilla de la manga de su chaleco mora.

Por favor, operadora,comuníqueme.