Que te traiga el mar con
sus manos llenas y rotas,
que figure tu grito inerme en las paredes
de las calles jóvenes.
Que traiga tus anteojos,
tu lunar y tus labios y te envuelvan
las esperas.
~
Una manta cubre la ciudad, y tú,
tú no has visto mi rostro todavía,
aunque ya me cuele por las ventanas.
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