No puedo tragar

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no puedo tragar y mi cuerpo se desvanece
en mil formas que no conzco
y de una a otra me vuelvo yo mismo mirándome
los ojos con esa
cara de maldiciones que aveces traigo,

mi estómago cae hacia sí mismo y no puedo morderma las manos, ni siquiera puedo abrirme
a la salivación que quería porque me he hecho
un nudo, me vuelvo cicatriz en la boca hasta
ponerme morado y
el mundo nos conmina
a ser unos conchesumadres,
a decir palabras asquerosas
y volvernos bestias más bestias
y decirnos más bestialidades
y hacernos todos un cuerpo único
que sangra por sus orejas

no puedo entregarme al agua que cae de la noche sobre el
techo de mi pieza
y me vuelvo todo un círculo,
una mañana sin noche
y no puedo amanecerme por completo
y mi silueta es apenas diez mil puntos
en el espacio infinito enorme inentendible.

Pero la serpiente que tengo desde la garganta hasta mi ser revuelve los sentidos
de toda espera y se pudre junto a mi
y me dice que ya nada puede parecerse
a mi rostro que una vez más se
torna hacia yo y hacia mis monedas del bolsillo roto
y cubro con dos gotitas azules que viven por allá entre las erres.

El rostro obtuso de los techos
contempla los cuerpos extendidos.
Entre el suelo y los pavimentos
la vida es una pitanza profunda.

No hay mundo
ni invisible dominio oculto
ni espíritus ni mundo de espíritus, nada de eso, nada de eso,
hay simplemente un estado escondido y oculto,
un desplazamiento o partir invisible de los cuerpos humanos
cuyo estado anatómico externo, orgánico externo
es el único estado reconocible, valorable, de todos los cuerpos.

Perdón, pido perdones hasta caerme de rodillas, porque nunca me sentí tan vil, tan deshecho,
tanta vergüenza se metió en mi cara anoche que no puedo ni hablar.

A 16 de octubre de un año

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Hoy, ya sábado
me entrego a mi misma, mujer que se encierra
sobre sus caracoles que mueren
azules van cantando en su prisa
de la carretera y las veredas se deshacen en tu boquita de Valeska
y soy una arveja que se hace panza roja
y se golpea contra el suelo

errabundo en el espacio
soy caballo, soy una mega caballo andando
por todo el cielo nocturno
de los ojos de las mujeres que veo en las noches
y se hacen estrellas en mi frente negra
como el universo mismo
y mañana la no habré sido dos, como
me vuelvo en mi misma madeja y en seguida
ya no sigo siendo lo que buscas en mi, como una bala en
el plástico morado derretido en el piso hace tanto.

Pareciera que una vocecit

Niños saldrán al mundo, en las horas de esta noche -si es que no de inmediato-,
a tragarse la vía láctea que se dibuja bajos nuestros pies
y me iré con ellos
si es que me dejan
a ver cuánto puedo jugar, aún creo saber

y las noches se vuelven un recinto, una parte ahogada
una corbata enorme para asirnos a la escuela,
a la puta muerte de l nido que nada dice.

A veces quisiera haberme quedado en casa ese día o
haber lloriqueado más, hasta que un día
mi vieja dijiera por fin "ay!, ya, Amaru, córtala. Déjate de llorar, puedes quedarte en casita"

Vaivén con cancioncitas, per cómo hablaría
en dónde hubiera quedado esqa cabecita mía, de la que hablaban mis tías, mi familia
qué hubiera sido del gordito inteligente ese que fui, de esa timidez que me dejó
mirar el mundo desde el silencio
desde la base de mis ojitos, que veían que el mundo se hacía tiras
de la noche en que ese muerto me dejó aquí tirado hecho mil formas contra mi mismo, hecho la nada misma por tantos años
hasta que mascara otra carne que me daría nuevos bríos a esta carne cansada que hoy escribe por tanto silencio, por tantas conversaciones que sólo recuerda mi almohada llena de moquitos de niños que no entiende que debe ir a la escuela

Quizás podría haberme entregado al amor, saber cómo se ama, cuándo se debe amar y con qué fuerza y no perderme como siempre e ir cachando el paso siempre después, siempre quedándome en mis juegos de niño
esos juegos que no alcancé a tener

y esa filantropía de la conchesumadre de algunos, que hoy desde sus universidades culiás quieren decirle al mundo de su bondad, quieren hacernos ver lo buenos que son
posiblemente salieron triunfantes de sus colegios, salieron enaltecidos por toda su puta mierda de educación y quieren restregárnosla a nosotros: los derrotados, los perdidos, los tontos imbéciles
váyanse a la chucha, yo desde aquí les digo que no educarán, no educarán