Me gustas conmigo,
no para mi.
Y es que no te haré tomar
de mis habitaciones para que vivas,
te ofrezco del campo el cielo todo, abierto.
Y si soy de silentes palabras,
es para no
encarcelar las faces,
las fauces, los cauces y las causas.
Me gustas libre,
porque sólo así se me
escapan los pájaros de los ojos.
Daniela
Te irás o vendrás,
suave, como tomada
siempre por las aspas de
tu vibrante corazón.
Serás un sueño,
una esperanza que se me quedó
desde niño o la
pasión que nunca pude.
Volverás a mi
con los ojos prendidos,
con esos ojos
que miraron fuerte y pisaron
las calles de mi Santiago entumecido.
Sonará el teléfono.
Llamarás,
tendré tus cartas y sabré
que de angelitos llenaste
los vacíos que algún día te
tomaron de la cintura.
Dedicado a la Dani, que quiero demasiado.
Poemizando [o para seguir izando poemas]
Para seguir poemizando
subiré tres escaleras según mentadas instrucciones
y me
estremeceré con los ojos, porque son
sin semen ni lágrimas
[¡salte de la blio-blio!]
Para seguir poemizando
cantaré seis tiru-rirú
y dos avechuncho chin chon chan
mitonche milonche y la malacatonche.
Para seguir poemizando
reiré con todos los poemas
escritos,
porque en todos hay de hombres.
Para seguir poemizando
cultivaré letras en el patio,
para que no me falte ninguna a la hora
de inmediatos reflejos asumir.
Para seguir poemizando
utilizaré los ' ;O ' , los ' :D ' y los ' :) '
para definirte el sinfín de multiesencias
que me salen de los oídos cuando te escucho
y cuando me haces la vida con
tu cuerpo.
Para seguir poemizando
dejaré de repetir las mismas estructuras
que me cautivan.
Para seguir poemizando
me subiré a las esquinas de las calles rojas
y les dirá todas sus verdades.
Para seguir poemizando
no resistiré a tu tristeza
y me soltaré el pelo fresco
y tomaré tus ojos cristales
para guardarlos en mi pecho.
...
Tanto me queda para seguir poemizando
que se me alegran las noches.
Poema Cien
Y él me rompió el pecho y las manos;
y ella explotó lucífuga en otra canción;
y qué más da.
Soy el viento, soy la pupila
libre o roja o de azul líquido.
Y me salgo de las naves y me salto
de las naces y me salvo de las nadies.
Para abrir tus puertas,
mujer del mañana-hoy,
romperé las calles todas y desangraré
todas las meditabundas noches y será
la palabra 'ven' en tus labios la
que me nazca la vida.
Agua cenizas
Tengo de agua cenizas
embadurnada la cabeza
y los labios salpicados de
tu mejilla-despedida.
Salgo con las manos-flores
y las libretas se revuelven todas
en mi habitar.
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