Quizá esta tarde
se lluevan las densas
tardes que
me acompañasen tanto.
En adelante, quizá
me caiga de los árboles o
se esfume un poco
y deje un tiempito a lo
que me rodean, tal como
he de quedar yo.
Los higos, las brevas y la
descendencia toda
de las frutas que nacen en la carne
harán espacio y podrás hacer vidrios,
pequeños anillos en la tierra
y devenir en mis espaldas.
Quizá, inerme, salve.
Perderse
Debes en cuando hay que perderse
entre las cosas y andar.
Los olvidos nacen y se evanescen como en el hielo seco.
Perderse en subir las colinas y subir las colinas.
Mientras en las luces caen luciérnagas,
la extranjera deviene las llagas.
Comprender
A veces no entiendo
-casi no entiendo o casi siempre.
Las padres rojas y fucsias
de las lomas en tu cuello.
Muchas veces no entiendo nada
-entiendo nada o no entiendo.
Un momento para asirme o
deshacerme en las calles.
Y si me preguntas, pues sí,
busco entre tu seno un poco
de entendimiento.
Para seguir entre las cosas que veo y las que mis
no me preocupo tanto, porque ni estás un
lo malo es que no siempre te puedo
o que no tanto, pero sí me llega a
para decirnos que después
unos días, quizá menos
por un par de cosas
entonces todo
siempre
pero
tú.
Desde acá
Desde acá escupimos,
sobremesa y carbón de
mis dientes y mi sien,
que nadie más hará de sus espaldas
tu caminar.
Fumando y con la coca en las rodillas no me interesa
tu interés "desinteresado"
-anochecido y velado.
No quiero que metas tu lengua,
porque sudamos latinoamérica desde el polvo de
los huesos ida y vuelta
y nacimos soles
-y solos.
Entre tu cama y yo
Entre tus cosas;
Entre tus pasos de
mujer de aquí
pervivo un par
de ratos.
Entre tu cama y yo hay una pequeña
invitación silente;
te llaman también
las sillas y la estantería,
las sábanas, la almohada.
La cama; yo.
Temblor
Siento desde las ramas de los árboles
hasta las
ventanitas entre tus vacilaciones unos
modos furtivos de un
que sale desde los pies
de la tierra mísera.
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