Mortales y mortíferos

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¿Qué importa el resto? - El resto es simplemente la humanidad. Entonces, pájaro de noches, vuelve y reencanta a la muertes. Lo seco de tus manos, lo seco de tus rostros, lo seco tu mirada y lo seco de tu sexo te hacen irreconocible a tus ojos acuarelados. Vuelve, vuelo, vuelvo, vuelas más allá de ambos. Dormiste en naves de carne, moraste en la inconsciencia, volaste en la alberca de la miel y aun así te volviste yo. Desangra las sílabas de tu nombre, que es el mío. Que fulgura negro entre los corales del bosque. Ahora trasnfigúrate en ti, en él, en tú, en ella, en todo lo que deseaste de nosotros. A. Así. Ardes. Altares. Angustia. Altanerías. Ambigüedad. Antonomasias. Excluye los pasadisos de tu ceguera ambigua en la salina visita de tu boca. Ni tus sonetos descarnados me tocan, ni mis alegorías grotescas te llenan. Desdibujada por mi cuerpo, descontrolado por mi aliento, cansado de lo que encuentro, sediento de lo que no busco ni anhelo. Cruza la melancolía de tu línea y sulfura mi gemido en el ahogo de la penumbra. Viciosa es toda especie de contranaturaleza.

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Amaru