Que te cubra-n- con mil caras, Tú,
que no me orta.
Que s y el mismo, sí,
el te sa e desde tan o.
Que no te imp -nunca más-
lo que te ola roja del mar f áneo.
Que haga-n- lo que quiera-n-,
qu tu vacío y mi cilíndrica uerza han de caer.
Que los cielos callen su ruido infectado, inmisericorde,
y que esos viajeros callen al unísono cuando salte de
este apasionante texto.
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3 comentarios:
Wena weon... realmente wena...
Tengo sólo un reparo... el juego está forzado en algunos versos...
Salu os amig ín
R ta.
primera vez que paso por aki, la musikita citadina te fascina??
ai alguna espcificaion de este genero para mi==??
sobre los escrito te apoyo que digan lo que quieran y ya!
salu2
Gracias: me ataste a cielo de un poema...
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Amaru