Lentamente se dibujó
su movimiento en las esporas
de Eolo.
Lento siguió
atavíos de los hombres en su caminar,
y dejó su rastro omnívoro.
En las afueras de la mesura comensal
quebró su espíritu el plato bajo.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por tus comentarios! Luego te respondo. Nos vemos.
Amaru