En la mesa,
donde residen las virtudes de toda una familia,
cayó la noche de tus vuelos.
Cubiertos y descubiertos
cayeron apilados junto a ti,
como rodeándose de tus evidentes
faltas de todo.
En junto, casi dormida y siempre
presta,
tu hermana cocía las legumbres
como de costumbre.
1 comentarios:
El señor que lo sueña todo con los ojos abiertos, ese sería un mal/buen nombre para tu circo de poemas.
Nunca dejo de disfrutar tu sintaxis tan aweoná
Abrazos y fuerza porque la vida quiere más de ti
Fabrizio
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Amaru