Sentadito ante la Nada

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Mírenme, sentadito ante la Nada.

Cómo conversarle, díganme, lo imploro, cómo decirle nada.
Cómo decirle Nada.

No sé si mirarle, si agarrarla del cuello y empujarla al vacío.
¿Caería la Nada al vacío?

Ya no se me ocurren maneras de enredarme, de volverme hacia ella y decirle nada.

Eres como la fiebre
y las costas se deshacen como las
manos de un amigo que
apenas se mueve o muere.

Y  qué pensar, Nada,
si a ti no hay que tomarte del pelo,
eres pura guata.

Es clavar cigarrillos en el color.

Ansias, como decirles que no hay esperanza, que no hay nada.
O sea, Nada. O como chucha nazca.
Apágate burla, apágate 
y ojalá sepas que quiero que seas mi hija, que completes
el círculo de las mujeres.
Me gustaría nada, me propondría tantas nadas ante ti, ante la mugre de las calles y las esquinas de los parques que se congelan en las frías mañanas de pudahuel y sus alrededores.
Sabrás, quizás, si es que te dan las nuevas, si acaso quisieras enterarte, si acaso tu espalda me busca un rato, si mi sexo no te hace llover la cara, si acaso te volvieras una llamada del mil ochocientos, quizás un traje, quizás seas arte de una gran fiesta, quizás en alguna galería, si acaso se diera el caso de que oyeras mi tos, si tan sólo oler fuera un sentido, si acaso los pisos no se abrieran en un sinsentido ordenado.
Acaso los brazos remaría, nadie lo sabe, no se saba Nada.
Ay, Nada, no quisiera decirte nada.
¡Ayayay! ¡Por la conchesumadre!

Y es que nada, el futuro se planea con la sangre, en un vaivén de los días. No hay futuro si no hay nada, o sea que Nada es mi futuro.
Quizás tendré zapatos, vida, ganas. Quizás. Quizás tenga Nada. Quizás nada.

Y es que te he pensado tantos años como una negación, Nada mía, y hoy eres una creatura,
una muerte entre mis hombros sin firmas. Y unos puntos se diluyen en las piezas de la pieza y unas formas atrevidas se comen la fruta de la mesa y de mi mesa, de mi mesa.

Pacos, filosofía no-contemplativa, foros, paredes rojas de ladrillos, necias, metafísica de las costumbres, la cuestión racional, edificios azules y blancos, edificio amarillo, sentido cosmopolita, universalidad, propiedad privativa, política de los nuevos cuerpos, concepción de era del hombre y su forma de entender su trabajo, el plan infinito, purgar los males en el té, el ruido estrepitoso en mis orejas, la tonta gana de seguir adelante, nacionalización,  gritos en lo verde, absurdas huidas, imperiosas necesidades, después, malditos los minutos, el sentido de las cosas que se van a la mierda: todas puras weas ante la Nada.

muy muy nada

Las escalinatas de ciudad

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Las escalinatas son iguales a las escaleras, iguales las escalinatas a las escaleras.

Se parecen todas a todo, se parece el mar a la ciudad.

Las escalinatas de ciudad se parecen a las de mar.
Las escaleras de mar también se parecen a las de ciudad.
Se parecen las escalinatas al mar y la ciudad a la nada.

Parece que todo se parece y nada es escalinata.

Tengo rabia, las escalinatas desaparecerán y con ellas la nada.
Si no hay escalinatas no habrá ciudad, no habrá mar, no habrá gente
que me golpee con su aliento violeta ni grandes puertas arribita en el cielo.

Apuntaré cuatro pedidos. Así, cuando las escalinatas de ciudad desaparezcan
de todo ruido y las calles se empiecen a derretir, pueda seguir mirando donde hayan
atisbos siquiera de que alguna vez pude ver tus piernas subiendo aquella escalinata.