Mar, di siento

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¡Ay mujer!
Parece a veces que esas escaleras por las que me he subido a mirar las ciudades cercanas me estuvieran
abriendo otras prisiones debajito de los pies. Y es que no
puedo no decirte que siento y que también disiento todo el tiempo.
Yo no podría decirte qué más, pero ni siquiera quiero hacerlo, mujer de los ojos
que me hacen nadar entre el futuro de los futuros, dentro de la tierra cubierta por el mar.

Hoy, no puedo escapar, somos submarinos pensando todo el tiempo, pero
cuando entremos agua abajo nada podrá iluminarnos.
Déjame esta vez mirar entre tu ropa, entre el olor de tu cuello a ver
si me salvo en estas aguas que nadie conoce porque no existen

A ver si hay días, a ver si la noche se hace una marea que nos inunde de sentimientos que nos recorran la costa de los cuerpos o las selvas llenas de aves que surcan las profundidades del mar con su fuego alado burbugeante.
Déjame, bonita, ser una luna que se llena de el agua que sube volviéndose los aires y surcar un poco los cielos que se llenan de esta sangre que está llena de tierra.
Dinos, mar, si sentimos primero o estamos acaso peleando contra la marea profunda antes de saber cómo es que sabe aquella sal desde tu vientre.

1 comentarios:

Unknown dijo...

sino puedes escapar...entonces no lo hagas

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Amaru