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05:35 a.m. Mientras te afanas en que te salven otros, te ufanas con esa fútil sonrisita. Desgraciadamente, nada se quema en su casa, mujer. Enajenada te conviertes en rinoceronte.

2 comentarios:

Gabriela dijo...

Es gracioso ver como la locura cobra vida en medida que se posesiona de nosotros y se pierde noción de la cordura o pareciera que está por allá fuera leeejos.

Saludines.

GABRIEL NAVIA dijo...

TOMAR LAS RIENDAS DE PROPIAS DE LA VIDA ES QUE LO Q SE DEBE HACER
SALUDOS

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Amaru