A 16 de octubre de un año

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Hoy, ya sábado
me entrego a mi misma, mujer que se encierra
sobre sus caracoles que mueren
azules van cantando en su prisa
de la carretera y las veredas se deshacen en tu boquita de Valeska
y soy una arveja que se hace panza roja
y se golpea contra el suelo

errabundo en el espacio
soy caballo, soy una mega caballo andando
por todo el cielo nocturno
de los ojos de las mujeres que veo en las noches
y se hacen estrellas en mi frente negra
como el universo mismo
y mañana la no habré sido dos, como
me vuelvo en mi misma madeja y en seguida
ya no sigo siendo lo que buscas en mi, como una bala en
el plástico morado derretido en el piso hace tanto.

Pareciera que una vocecit

Niños saldrán al mundo, en las horas de esta noche -si es que no de inmediato-,
a tragarse la vía láctea que se dibuja bajos nuestros pies
y me iré con ellos
si es que me dejan
a ver cuánto puedo jugar, aún creo saber

y las noches se vuelven un recinto, una parte ahogada
una corbata enorme para asirnos a la escuela,
a la puta muerte de l nido que nada dice.

A veces quisiera haberme quedado en casa ese día o
haber lloriqueado más, hasta que un día
mi vieja dijiera por fin "ay!, ya, Amaru, córtala. Déjate de llorar, puedes quedarte en casita"

Vaivén con cancioncitas, per cómo hablaría
en dónde hubiera quedado esqa cabecita mía, de la que hablaban mis tías, mi familia
qué hubiera sido del gordito inteligente ese que fui, de esa timidez que me dejó
mirar el mundo desde el silencio
desde la base de mis ojitos, que veían que el mundo se hacía tiras
de la noche en que ese muerto me dejó aquí tirado hecho mil formas contra mi mismo, hecho la nada misma por tantos años
hasta que mascara otra carne que me daría nuevos bríos a esta carne cansada que hoy escribe por tanto silencio, por tantas conversaciones que sólo recuerda mi almohada llena de moquitos de niños que no entiende que debe ir a la escuela

Quizás podría haberme entregado al amor, saber cómo se ama, cuándo se debe amar y con qué fuerza y no perderme como siempre e ir cachando el paso siempre después, siempre quedándome en mis juegos de niño
esos juegos que no alcancé a tener

y esa filantropía de la conchesumadre de algunos, que hoy desde sus universidades culiás quieren decirle al mundo de su bondad, quieren hacernos ver lo buenos que son
posiblemente salieron triunfantes de sus colegios, salieron enaltecidos por toda su puta mierda de educación y quieren restregárnosla a nosotros: los derrotados, los perdidos, los tontos imbéciles
váyanse a la chucha, yo desde aquí les digo que no educarán, no educarán

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Amaru