Cuando los miedos me pueden
salgo de mis sienes disparatado,
a tientas te busco,
pierdo los estribores de las
casas que habito de noches
y
me rindo unos segundos
ante la infalible sonrisa
de las preocupaciones.
A veces, cuando las cosas se hacen casos,
preferiría cumplir un par de promesas
y volar rasante por los techos de nuestra ciudad.
A veces, también,
tengo ganas de amarte.
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Amaru