Se caen las virtudes y de
las manos se me cae todo,
una y otra vez,
por querer asirlo.
Pareciera que
siempre quedo en nada y con las
penas me voy corriendo por
las plantas de este sucio veredal.
Nazco como de imprevisto
en todas las lluvias de verano y me como
la Patria, me como a Dios y a todo yo.
¡Por la conchetumare!
A veces, ya no quiero de trabajos,
ni de verdes lazos en las calurosas tardecitas de mi vida.
No,
no quiero ver más ojos que encandilen, ni
que me revuelvan las ilusiones en el caminar confuso.
No,
no quiero más piel ni músculos, no quiero tener ojos
ni puertas.
No,
quiero volver a volver.
el Trayecto
dista tanto del efecto, de lo no abyecto y de lo recto.
Cae, se caen en el trayecto,
así como todas las cinco voces
con la boca rota, roja y en llamas.
Son las bocas -dientes lácteos- que habitan
mis brazos y las cosas todas
de mis rodeos.
Yo.
Yo viviré.
1 comentarios:
Weon, que tremendo poema, la cagó.
Nada que decir,
Tú
Vivirás.
Amén.
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Amaru